Nos vemos allá

Recientemente observé un documental en un canal temático de paga, más bien creo que lo busqué como un podcast alojado en un canal de Youtube. Mostraba cada década del recién pasado siglo 20 y los desarrollos tecnológicos que surgieron de cada una de éstas. Al observar el paso de cada año te das cuenta de los esfuerzos y los logros alcanzados en las décadas y en los días en que todavía no habías nacido, pero que al nacer ya eran productos comunes en la mayoría de los hogares, o en la mayoría de las industrias. Así que, si fuera el caso que muchos de estos aparatos ya estaban en su casa, hoy los da por hecho; como el agua y el aire, y es posible que también lo sea para una buena parte de su generación.

En mi caso personal, puedo “recordar selectivamente” que había algunas tecnologías ya adoptadas por mis padres y que estaban por allí en alguna parte disponibles desde que era solo un niño. Recuerdo una cámara de fotografía Kodak, una grabadora de audio de cinta de carrete abierto de la GE con micrófono, unas radios de transistores de estado sólido que funcionaban -por igual- con baterías o bien conectadas a la red de energía eléctrica, un televisor con pantalla de tubo en blanco y negro GE que todavía funcionaba con algunos tubos de vacío, una tornamesa o tocadiscos de vinil, entre algunos otros electrodomésticos de la cocina. También había varias colecciones de enciclopedias, de esas que te explican el origen de las cosas con dibujos y fotos.

Años más adelante, a menos de dos décadas de mi llegada a casa, estaba iniciando mis estudios universitarios en publicidad. Era algo completamente nuevo, en la familia donde tuve el honor de crecer había varios profesionales con estudios superiores en odontología, educación, psicología, medicina, economía, agronomía, química y algunos emprendedores. Resultó un poco nadar contra la corriente y recibí preguntas y comentarios curiosos a diario, no solamente en
casa, también de algunos de mis amigos. Obviamente ninguno de ellos conocía los nuevos modelos de negocio que funcionan en la industria de los medios y de la publicidad.

Las relaciones entre personas, entre consumidores y vendedores, entre empresas, entre instituciones, y también entre gobierno y población se basan en la comunicación. Entre menos ruido haya en el canal y entre más claro sea el mensaje mejor será el resultado. Resulta que la comunicación es como el pegamento que mantiene unidas a las distintas partes de la sociedad.

La mayoría de los conflictos tienen que ver fallas en la comunicación. De allí que hacer comunicación efectiva es una competencia muy valorada y deseada en las décadas que nos ha tocado vivir, desde el satélite de comunicaciones hasta hoy, vivimos en la era de la información. Luego de ver cómo era la comunicación de hace solo cien años atrás y los medios que están disponibles para nosotros hoy en el inicio de la tercera década del siglo 21, se observan de manera notoria cambios muy profundos. Ahora estamos más cerca de los que están lejos, y más lejos de los que están cerca, gracias a unos pequeños aparatos que parecen ser navajas suizas electrónicas, sí hablamos de los teléfonos inteligentes.  Las estadísticas para la región centroamericana nos hablan que dedicamos a monitorizar sus pantallas al menos 15 minutos de cada hora durante la jornada diaria. Esto se puede traducir a una cuarta parte de nuestro día interactuando con las aplicaciones de las redes sociales y otras. La industria y el comercio, así como distintos sectores han revalorado el hecho de que ya no nos informamos únicamente a través de los medios de comunicación a pesar que la inmediatez de la radio y la televisión siguen presentes. Ahora recibimos toneladas de información por minuto, estamos hiper informados, tenemos empacho informativo. Disponemos de poco tiempo para analizar y comprender, así
como para responder.

De aquí que ha surgido la necesidad de contar con asesores especialistas en la comunicación entre los múltiples y variados auditorios en las plataformas digitales que viajan por la internet. Si se ha tomado el tiempo para meditar en lo que redacta y los resultados que obtiene con sus mensajes y publicaciones en las redes sociales, habrá notado que muy pocas veces logra impactar a un grupo importante de sus contactos o seguidores, también habrá descubierto que interpretar correctamente las estadísticas que contabilizan la efectividad de nuestras publicaciones demanda saber bien que se busca y no siempre lo logra. Esto de ser inmigrante digital en un mundo dominado por Millennials es un poco complejo, pero es algo que nadie tiene fácil, comunicar efectivamente un mensaje en las redes sociales demanda talento y técnica.

Desde el día en que Kodak popularizó y democratizó la fotografía hasta hoy hemos avanzado casi un siglo en el desarrollo de imágenes, aunque ya no utilizamos película como antes, sino sensores digitales, y a pesar que ahora tomamos más fotografías que nunca. No todas las fotografías que se comparten por las redes sociales son obras de arte, ni poseen una historia clara como mensaje, ni tienen valor estético para ser recordadas más de un minuto. Disponemos de redes sociales que se basan exclusivamente en imágenes fotográficas, esto es un enorme reto para cada uno, pues ¿Somos todos fotógrafos? Obviamente no. De allí que para destacar en un profundo mar de imágenes digitales que crecen exponencialmente cada hora se demanda de profesionales con las competencias y conocimientos que lo hagan en los plazos cada vez más cortos que demandan las audiencias de hoy.

¿Recuerda usted la última vez que salió a buscar una edición en papel del periódico de hoy? Yo no, ahora mismo consulto unos 3 a 4 periódicos en línea a través de sus Apps instaladas en mi teléfono inteligente. Muchos de los periódicos que consulto a diario son internacionales, así me informo no solamente de mi entorno local, sino del entorno global en pocos minutos. El idioma ya no es una barrera, los traductores del navegador de internet me facilitan leer publicaciones
sin importar el idioma original en que fueron redactadas. Funcionan tan bien que solo tardan un segundo en ponerla en pantalla en español. Está claro que ya no nos informamos como hace una década.

Los miles canales de los repositorios de podcast de vídeo como Youtube o Vimeo nos han afectado más allá de la computadora de escritorio, gracias a sus Apps tenemos nuevos personajes famosos llamados “yutubers”. Estas apps ahora disponibles en nuestra Tablet, en nuestra laptop, en el Smartphone, en el Smart TV, son casi omnipresentes. Ni hablar del servicio de películas y series vía videostreaming como Netflix y Disney+. Las grandes audiencias que crecieron mirando la televisión y que amaban los espacios programados de películas y series ya no tienen que esperar un día y hora de la semana, ahora estos están accesibles a la hora que Ud. lo desea, ya están disponibles todas las veces que lo quiera ver, y basta estar conectado a la internet. Si usted hoy, le consulta a un niño de cinco años, que quiere ser de grande escuchará con alguna sorpresa que no quiere ser doctor, ahora anhelan crecer para ser “yutubers”. No hay nada de malo en esto, los canales de Youtube retribuyen a los desarrolladores de contenido audiovisual con cierta fama y comisiones por sus altas cuotas de visitas y reproducciones.
Solamente en este último fin de semana, miré más horas de Youtube, que horas de canales temáticos y de señal abierta. Hice mi propia programación en base a mi interés personal. Ahora si así lo desea puede pagar para no ver pausas con publicidad o solamente escuchar música.

Desarrollar contenidos por interés personal, o producir contenidos para una empresa de medios comunicación es una competencia muy buscada en los mercados locales, como internacionales. Las audiencias están cada vez, mejor informadas, cada vez con más opciones, plataformas y soportes, son cada vez más fragmentadas y no todo lo que tiene valor es seguido por las más grandes audiencias. Hay nichos muy particulares del auditorio con gran poder de compra.

Hace unos meses nos vimos obligados, en casa, a substituir la refrigeradora –nevera, frigoríficopues el crecimiento de la familia y la demanda de nuestra capacidad de almacenamiento se vio exigida más de lo acostumbrado. Eran los días del más riguroso confinamiento por Covid-19, y todo el proceso “se hizo a ciegas”, nos valimos de la información disponible en la internet y allí mismo se completó la compra. Actualmente, si queremos vender ya no lo hacemos como hace dos años. Ahora enamoramos al consumidor a través de páginas web punto com, hacemos recomendaciones objetivas a través de blogs, recomendamos con mucha mayor sutileza pues el consumidor no gusta de la publicidad intrusiva. Hoy construimos túneles de atracción que mezclan redes sociales, blogging, publicidad y sitios web. La publicidad que hacíamos hace unos pocos meses atrás ya no es suficiente para completar la venta de productos y servicios. El
consumidor de hoy -en muchos casos- es un experto, y conoce más o igual que un vendedor tradicional acerca del producto que salió a buscar. Los consumidores de hoy tienen un mundo de información al alcance de sus dedos y a un clic de distancia.

Las elecciones a servidor público se resuelven en las redes sociales, o en la internet. Honduras no es la excepción, los boots de FB anularon a la oposición durante los meses previos y durante las denuncias de fraude electoral, ilegal o no, es una práctica vigente en la última década. Los rusos y los chinos han estado influyendo en las elecciones de los EUA a través de las redes sociales. Las fake news que parecen ser creíbles y confiables, confunden a diario al elector
inseguro como al más radical y con poca capacidad de juicio crítico, al más emocional, al predecible, al poco analítico, al que posee intereses pre definidos. Hoy cada internauta –ciudadano o gobierno- posee el poder de desarrollar contenido, de influir bien o mal, puede compartir información verificada o no y Ud. Merece tener la mejor información para analizar y comprender los eventos, así podrá tomar la mejor decisión cada vez.

¿Qué ve o imagina Usted en el futuro? Está mirando claramente la importancia de la comunicación eficaz en todas las áreas de su actividad profesional y comercial. ¿Cómo será el mundo de la próxima década? ¿Será igual al que estamos experimentando hoy? Todo parece indicar que habrá muchos cambios y que todos éstos vienen muy rápido. El futuro es el lugar para donde todos vamos, nos vemos allá.