El profesional egresado y su autoempleabilidad

Después de años de arduo trabajo, sacrifico, tiempo y recursos invertidos… llega el ansiado y soñado día de la graduación, sin duda un cúmulo de emociones, nuevas expectativas y metas por cumplir. A partir de ese momento, comienza la búsqueda de un empleo que sea capaz de compensar y capitalizar todos los esfuerzos realizados, la oportunidad de aplicar todo lo aprendido y desarrollarse en el campo profesional.

No obstante, la realidad dista muchas veces de lo planeado. Un contexto, donde la demanda es mayor a la oferta y donde muchas veces para poder optar a un empleo, es requerida la experiencia. Hace 30 años, conocer a alguien de prestigio o peso en una organización, la antigüedad o factores similares, constituían un pase casi seguro a obtener y mantener un empleo. Hoy ese escenario ha cambiado, los mercados laborales son exigentes y demandan profesionales dinámicos, capaces, proactivos y comprometidos, con una visión global y a la vanguardia de los cambios que ocurren en el mundo. La pregunta que surge es ¿qué puede hacer un profesional para ser auto empleable y constituirse una propuesta de valor para las organizaciones?

Sin duda, la Universidad juega un rol fundamental y protagónico al preparar profesionales con valores, competentes, con visión integral, y capaces de enfrentar los retos en los diferentes contextos. Sin embargo, una vez fuera de ella, cada profesional trazará su propio futuro y desarrollo a través de un plan bien dirigido, para adoptar y fortalecer diferentes conocimientos, habilidades, aptitudes y competencias que le permitan incursionar en el mercado laboral.

Para tal fin, es importante estar a la vanguardia en diferentes actualizaciones propias de su especialidad, los cambios, demandas e innovaciones tecnológicas, crear un amplio Networking multidisciplinario, que le permita familiarizarse y desenvolverse en diferentes contextos, así como generar conexiones que posteriormente puedan representar oportunidades.

Asimismo, es muy valioso afinar aspectos sencillos pero esenciales en la búsqueda de un empleo, como la elaboración de una hoja de vida, con sus componentes y tendencias actuales, la presentación personal, el lenguaje corporal y los comportamiento deseados para lograr una entrevista de trabajo exitosa.

Por otra parte, hoy existen infinidad de facilidades y recursos gratuitos para capacitarse, hay que aprovecharlas al máximo y abrir la mente a nuevas perspectivas, mejores prácticas y herramientas que optimicen su propuesta de valor.

Por último, pero de mucho peso y lo que representa la calidad de un profesional, es dibujar y mantener con claridad su esquema de valores, que estos representen su identidad, su fundamento y quehacer profesional, y que no son negociables. Esforzarse siempre por ser su mejor versión, haciendo su trabajo con los mejores estándares de calidad, pasión, integridad y compromiso, aun cuando las condiciones del mismo, no sean las más idóneas…esto sin duda le permitirá crear su propia marca personal.