Seres tecnológicos y emprendedores

Para los seres humanos la tecnología no es nada nuevo. No cabe duda que el mundo que conocemos hoy, es y ha sido siempre tecnológico, influenciado por nuestra creatividad y propiciado por nosotros mismos. Es decir, siempre hemos sido seres tecnológicos y eso nos separa del resto de las especies que habitan el planeta. Desde la invención de la rueda, el descubrimiento del fuego hasta la era comunicacional que vivimos hoy, hemos dado nuestros pasos evolutivos agarrados de la mano de la tecnología.

Decir que nuestras vidas “actualmente” están invadidas por la tecnología es una afirmación errónea y carece de asertividad ya que siempre hemos tenido la tecnología en nuestras vidas y desde hace millones de años. Lo que ocurre es que hemos confundido y asignado equivocadamente el término a una sola área tecnológica que es la de los aparatos electrónicos como los celulares, tabletas, computadoras portátiles, etc. Quiero recordarles que no sólo eso es tecnología, de hecho es impresionante la cantidad de tecnología que se desarrolla día a día en todas las áreas de investigación, desarrollo e implementación.

Por ejemplo tenemos desarrollo tecnológico en la mecánica, la medicina, industria, construcción, alimentos, entretenimiento, ecología, aviación, agronomía, cine, etc. que nada tiene que ver con la tecnología de la comunicación que nos tiene tan abrumados. Organizaciones como Bayer están desarrollando la Nanotecnología que se refiere a la tecnología que trabaja a nivel celular y atómico. Esos y muchos más avances tecnológicos se están dando en el mundo, muchos más de los que pensamos en realidad.

Pero cuál es mi punto sobre este comentario; debemos dejar de creer que “tecnología” es únicamente el celular que guardamos en la bolsa, en realidad existe un mundo más allá de las pantallas de cinco pulgadas donde creemos que tenemos los últimos inventos.

No obstante se ha evolucionado mucho en la Tecnología de la Comunicación, con los avances del internet y los dispositivos informáticos, que se han puesto tan de moda entre las personas que parece que nos ha alcanzado y ganado en el afán evolutivo y va incluso más adelante que nuestra capacidad de adaptación.
De ahí que la forma en que nos comunicamos ha cambiado en los últimos 15 a 20 años, con la invención del internet nos da la sensación que vamos más rápido; pero ¿hacia dónde vamos? Allí está el detalle. Con todo esto de la Tecnología de Comunicación me saltan algunas preguntas al respecto: ¿Nos estamos comunicando más y mejor?, ¿Qué clase de comunicación estamos teniendo?, ¿En realidad nos estamos comunicando?.

Falta mucho para poder contestar acertadamente esas preguntas; no existen expertos en el campo ya que es muy nuevo, demasiado prematuro para considerarse experto; además los cambios en la Tecnología de la Comunicación son tan veloces que, lo que hoy es verdad mañana podría convertirse en una total mentira, y eso hablando del internet en general. Ahora imaginemos la industria de las Apps y las Redes Sociales, es mucho más nueva aún, de hecho el iPhone fue lanzado apenas el 29 de junio de 2007, y sólo hasta ese momento podría haber aparecido la primera aplicación o App y posteriormente la explosión del mundo de las Redes Sociales como Facebook y Twitter.

Todo este reciente avance ha tomado por sorpresa a muchas organizaciones, empresas, expertos en comunicación, agencias, publicistas y mercadólogos que deben desarrollar a la mayor brevedad estrategias de comunicación que permitan llegar a sus clientes y ser atractivos en ese “nuevo mundo” de la Tecnología de la Comunicación, que sin duda ha abierto nuevas puertas pero cerrado otras cuando de persuadir a nuestros consumidores se trata.

De aquí en adelante, debemos generar un debate que se desarrolle en el marco de lo que es verdad y mentira, entre lo subjetivo y objetivo de los medios sociales y la tecnología de comunicación, no como una defensora ni como una crítica acérrima de esta forma de convivencia virtual; sino como una publicista que entiende que las cosas han cambiado, que las marcas, los productos y las empresas deben aprender que, si no se comparte no existe.

Pamela Chávez
Pequeñas Empresas, Grandes Ideas.
www.grandesideas.org